Pumas aceleró en la búsqueda de refuerzos y cerró a cuatro jugadores, además del cuerpo técnico renovado, antes del inicio del Clausura 2023. Ulises Rivas, Jonathan Sánchez, Sebastián Sosa y Jesús Molina son las caras nuevas.
La situación del Chuy fue particular: no jugaba un partido oficial desde que sufrió la lesión en febrero del año pasado y se ofreció a la directiva de Los del Pedregal. Tras entrenar con Pumas Tabasco y disputar un juego amistoso contra Puebla, aceptaron su permanencia.
Sin embargo, un hecho poco conocido es la condición que el exprofesional de Club América y Chivas de Guadalajara tuvo que aceptar para permanecer en la institución, de acuerdo a lo que informó ‘El Francotirador’ delDiario Récord.
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Según la fuente, el pivote aceptó percibir un salario muy bajo y similar al de algunos juveniles que están haciendo sus primeros pasos en la escuadra capitalina. Fue el propio protagonista quien negoció con la directiva, dado que no tiene representante, y finalmente ganó el temor por quedar sin equipo a sus 34 años.
Molina debe satisfacer a los altos mandos si quiere un mejor salario
Ahora, Molina deberá luchar por mejores condiciones salariales con lo que pueda ofrecer en la cancha durante la campaña venidera. Se espera que no sea considerado entre las principales opciones y esperan que ayude con su experiencia.
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