La noticia corrió como la pólvora y desde todos los medios se hizo eco: Martín Campaña llegaría esta semana a México para someterse a los exámenes médicos y firmar su contrato que lo convierta en el nuevo refuerzo de Pumas de cara al próximo Apertura 2020. Con la llegada del uruguayo, la UNAM pondría fin a su búsqueda del guardameta anhelado desde que finalizó el Clausura. Sin embargo, el escollo más grande sería el sueldo del futbolista, que podría crear ‘mecha’ en el vestuario de los universitarios.
A raíz de la pandemia que azotó todos los ámbitos a nivel mundial, la economía de los equipos de la Liga MX sufrió un descalabro ante la falta de ingresos, por lo que muchas de sus arcas se manejan en números rojos para el tema de los refuerzos. Es el caso de Pumas, que ya determinó una baja en los salarios de los jugadores para afrontar el golpe financiero, sin embargo, y según la columna de El Francotirador del diario Récord, la noticia no cayó bien en el vestuario y muchos se han opuesto.
Con esta ‘querella’ interna, llegaría el guardameta nacido en Maldonado (Uruguay), quien tendría uno de los sueldos más altos de todo el plantel en su calidad de “internacional y mundialista”. Ante esto, desde la UNAM se están manejando con cautela y esperan llegar a un acuerdo entre las partes y alejar todo conflicto que afecte el ambiente y el rendimiento del equipo de cara al inicio del Apertura 2020.
De acuerdo con la información que se manejó de distintos medios, Campaña llegaría a la UNAM en calidad de cedido por un año con pago previo de 300 mil dólares a Independiente de Avellaneda (Argentina). Tras la finalización de la cesión, se estipula una cláusula que obligue a Pumas a comprar el pase total del jugador, cuyo costo ascendería a los 2 millones de dólares. Ante esto, los auriazules imponen ciertos objetivos y una cláusula opcional para poder acometer el fichaje del charrúa.