Ismael Sosa, al menos en la última década, se convirtió en uno de los futbolistas favoritos de la afición. Aunque se tardó en despegar, sus pultimos torneos llenaron de ilusión al equipo. Brilló mucho más en el 2015 y el 2016, que es cuando el equipo se instaló en la Final del futbol mexicano y perdió ante Tigres, además de que jugó la Copa Libertadores.
Como no ganaron nada, y vino un cambio de presidente, las cosas cambiaron. La idrectiva de Antonio Sancho y Jorge Borja Navarrete, armaron un plantel competitivo para poder disputar dos torneos, pero endeudaron al equipo. Al final no fue negocio, ya que no alzaron ningún título y se quedaron en números rojos. Ahí es cuando Pumas optó por vender a su mejor hombre, Ismael Sosa.
Dicha decisión hizo que la gestión de Rodrigo Ares de Parga comezara con el pie izquierdo. A partir de ese momento, cada mercado de transferencias, o lo que es lo mismo, cada seis meses sonó el regreso del volante argentino, aunque sólo en dos ocasiones estuvo realmente de llegar y la afición casi lo desconoce.
Pudo volver
La primera fue en los tiempos de David Patiño, aún con Rodrigo Ares de Parga. En su momento, Leandro Augusto era el presidente deportivo, por lo que le delegó dicha acción. Sin embargo, a pesar de tenerlo casi amarrado, no cerraron la negociación. La segunda ocasión fue apenas hace unos meses, cuando aún estaba Jesús Ramírez. Ni aunque se bajó el suelo, lo aceptaron.
Actualmente ya es imposible que Ismael Sosa pueda volver al equipo, pero siempre quedará en la memoria de muchos aficionados que disfrutaron esa campaña del 2015/2016. No ganaron nada, pero tampoco es que a lo largo de la década tengan mucho que festejar.
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