Luego de los hechos violentos que se vivieron en la cancha de Querétaro y que le dieron la vuelta al mundo por la gravedad de fotos y videos, La Rebel fue tendencia en redes sociales al ser una de las barras que tiene fama violenta por lo que fueron sus años más críticos en cuanto a los enfrentamientos con grupos como los del América, Atlas o Tigres. Sin embargo, tiene bastante tiempo que el grupo de animación no se ve envuelto en este tipo de sucesos.
La logística que tiene Ciudad Universitaria para garantizar la seguridad de los grupos de animaciones es una de las más efectivas de la Liga MX. De inicio, todos los camiones y carros de los visitantes entran en un bunker que se crea con camiones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Para ingresar a pie, es imposible. Sólo dejan a los medios de comunicación que quieren sacar aspectos. Incluso, tienen su camino directo al acceso al estadio donde les verifican el boleto y les ponen más filtros de revisión.
Instantes antes del silbatazo final, la policía tiene la orden de desalojar y escoltar a los aficionados visitantes hasta sus autobuses, camionetas y carros, mismos que son escoltados hasta la salida de la Ciudad de México en caso de venir de provincia, o a sus puntos de encuentro cuando se trata de Cruz Azul y Chivas. Dentro del recinto, para dividir al grupo de animación visitantes, hay zonas frías en las que no se colocan aficionados, sino que dejan libre y con supervisión de policías. Incluso, en algunos partidos hasta aprovechan para poder colocal publicidad.
Incluso, las últimas veces que fueron noticia sucedió por ataques de grupos de animación como el que tenía Veracruz. Sucedió en el 2018 y fue un hecho que se puede dejar como antecedente a lo que detonó en La Corregidora. "Hay imágenes claras; ellos primero rompieron los vidrios de dos de nuestros camiones y los siguieron hasta el área donde nos tocaba entrar. Ya ahí había gente de nosotros y es cuando nos tuvimos que defender y los echamos para atrás, en ese momento no había policía, no había ningún protocolo de seguridad", fue lo que declaró a Récord un integrante de la porra que presenció todo.
La última vez que se planeó una credencialización por parte de los grupos de animación, fracasó. Cualquiera puede entrar a la zona de Pebetero y no existe un control ni por parte de la Liga MX, la Federación Mexicana de Futbol ni de La Rebel para identificar como miembros o externos a los que sólo van a causar problemas, aventar cosas a la planta baja o retar a la afición visitante.
Lo que siempre se menciona en Ciudad Universitaria, la mayoría de las veces, pasa en otras zonas que no son el Pebetero, como Planta Baja o Palomar. Ahí, cuando son partidos importantes como contra Cruz Azul, Chivas o América, suelen haber agresiones hacia los visitantes, aunque cada vez se aprecian menos este tipos de encuentros. Sucede desde que la gente comienza a gritar "fuera, fuera", y proteccion civil acompaña a los aficionados visitantes a otra zona. Otra situación que llega a suceder es que avientan cervza u orines cuando festejan un gol del rival o traen la playera de los visitantes.
Dale Azul y Oro logró estar en los últimos partidos de alto riesgo en CU, pero en la zona de Palomar no se registraron este tipo de sucesos. Incluso, ni con aficionados de Saprissa que decidieron observar la vuelta de los cuartos de final junto a los seguidores auriazules. Si bien es cierto que las barras no pueden enfrentarse ni acercarse sin pasar por varios filtros de seguridad, la realidad es que siempre te puedes encontrar con una persona que va a todo al estadio, menos a ver a su equipo, por lo que suele haber peleas en Planta Baja y Palomar.
El último enfrentamiento que se intentó en el Olímpico Universitario tiene poco más de 10 años, cuando La Rebel intentó buscar a los seguidores de Tigres y sólo se encontró con la policía. Ni esa vez se lograron ver los grupos de animación, sólo que hubo varios lesionados y detenidos tras tratar de derribar el cerco policial que se generó para garantizar la seguridad de los asistentes. Por otro lado, la última vez que la gente de Pumas fue noticia por violencia, fue el pasado América vs Pumas, donde la organización del estadio Azteca colocó a un grupo de animación a pocos metros de la zona de cabecera. Incluso, para provocarlos, atacaron a las familias de los auriazules que estaban en zona neutral, lo que detonó un enfrentamiento que culminó a las afueras del estadio.
Actualmente, el Olímpico Universitario es un recinto seguro para las barras, aunque siempre está latente la posibilidad de encontrarse con gente que sólo va a pelear en las supuestas zonas familiares que se tienen destinadas. Al final, es un mal que nos aqueja como sociedad y que persigue la balompié nacional en cada una de sus plazas a lo largo y ancho del país. Una situación que se tendría que erradicar de raíz.
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