A pesar de que ya han pasado dos torneos, son pocas las certezas que hay para explicar la salida de Míchel González del banquillo de Pumas. En un escueto video publicado en las redes sociales del club, el entrenador ibérico se despedía de la afición y agradecía todo el cariño recibido en su etapa como timonel auriazul.

Tras aquella espantada, a solo tres días del inicio del Guardianes 2020, González se tomó un año sabático en el mundo de futbol y se alejó de los banquillos. Para esta campaña volvió a comandar un proyecto con el Getafe, de la Primera División de España, pero su regreso ha coincidido con el presente de su exequipo: penúltimos de la tabla.

El ibérico no ha podido dar con la tecla del conjunto azulón y acumula cuatro derrotas en el inicio de la Liga Española. Valencia, Sevilla, FC Barcelona y Elche han sido los verdugos del extrenador universitario en las primeras cuatro fechas del campeonato español, algo que lo ha puesto al borde del abismo.

Desde distintos medios de la ciudad de Madrid se habla de su destitución en caso de no puntuar este fin de semana en la jornada 5 de la Liga, algo que va a la par del presente de su sucesor con los universitarios: Andrés Lillini. El técnico argentino no ha logrado encauzar el barco auriazul que sigue navegando por aguas turbias.

A pesar de que ambos caminos se separaron hace dos torneos cortos, en la actualidad tanto Míchel como Pumas van de la mano y se ubican en el mismo lugar de la clasificación en sus respectivos campeonatos. Para bien de ambos, este fin de semana es una prueba de fuego en la que están obligados a sumar de a tres y empezar a recomponer dos situaciones que sigue cuesta abajo.