Ahora que los partidos de Pumas sufrieron un parón importante por el Mundial y no volverán hasta el 13 de diciembre, es momento importante para poder saber de lo que pasó durante la etapa de Andrés Lillini. Alan Mozo fue uno de los elementos que se convirtió en estandarte de su proyecto, al grado de que lo pudieron vender en una buena cantidad de millones de dólares el torneo pasado. Para el técnico argentino, es un loco, pero de los lindos, esos con los que prefiere lidiar.
"Nada complicado. Un loco lindo que tiene una fortaleza anímica y unas ganas de ganar terribles. Pocos como él. Claro que, futbolísticamente, tiene cosas que aprender. No era responsable como la gente lo quería hacer ver, como de tantas otras cosas que señala el periodismo. Él no era responsable de nada. Tuvo algún error como han tenido otros. Lo de él se sabía y lo de los otros no. Personalmente, lo admiro mucho", dijo en charla exclusiva con Bolavip.
Si algo tiene Alan Mozo, es personalidad. Esa misma característica es la que lo hizo levantarse después de algunas turbulencias que vivió no sólo en el terreno de juego, sino fuera de las canchas. Para Andrés Lillini, dicha condición es fundamental en todos los buenos jugadores, aunque algunas veces les puede jugar en contra.
Es algo necesario
"Es lo que te piden los directivos. Ellos quieren que el jugador mexicano tenga personalidad. A veces, cuando la tienen y los enfrentan, los corren. Es importante tener personalidad y creer que se puede, sacar el pecho hacia adelante. Ese tipo de jugadores me gustan mucho, ya que los vas a tener en los momentos difíciles. Prefiero renegar con un loco y no con un estúpido", finalizó.
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