Diciembre está por llegar a su fin y el único refuerzo confirmado que tiene Pumas es Omar Islas. Con la sola llegada del delantero proveniente de Pumas Tabasco, los aficionados universitarios e incluso los de otros equipos solo hablan del pobre mercado del conjunto universitario.
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Desde que comenzó el mercado de pases, los directivos tenían en claro que la participación de los del Pedregal iba a ser extremadamente baja, pero los aficionados pensaban que los refuerzos iban a llegar. De hecho, los nombres de Ismael Sosa, Rubens Sambueza y Leo Fernández sonaron mucho, pero terminaron siendo meros rumores.
Y quizás sonará repetitivo, pero la situación económica de Pumas está lejos de ser buena. Es por eso que los directivos no se jugaron a ir en busca de grandes nombres durante esta ventana para hacer transferencias. Además, tienen de su lado el factor Lillini.
Es que, con una de las mejores canteras del país, ¿por qué no aprovechar la experiencia del formador argentino? Los casos de Alan Mozo, Erik Lira y la apuesta por un Arturo Ortíz mucho más grande han salido bien y si a ellos se les suma el potencial de Marco García y Alek Álvarez, el resultado podría ser muy bueno.
Por eso es que este semestre será de suma importancia. Con mucha sangre joven entre sus filas y esperando que los que estuvieron en un buen nivel durante este semestre remonten su rendimiento el próximo, Pumas podría sorprender cómo uno de los que menos recursos externos necesitó para triunfar.
