El partido entre Saprissa y Pumas se desarrollará el próximo miércoles. Muchos aficionados se arriesgaron y compraron su boleto de avión desde hace algunas semanas. Sin embargo, recién se levantaron las restricciones para poder acceder a los estadios, así que la jugada les salió bien. Por otro lado, hay quienes aún tienen la espinita de viajar y alentar a su equipo en otro continente, razón por la cual les contamos cuánto se gastarían si quieren ir al estadio del Monstruo Morado.

Pumas volverá a tener participación en la Liga de Campeones de la Concacaf cinco años después de su última aparición. Incluso, ya sin casi 10 años los que pasaron de su última aparición en una semifinal del certamen. En aquella ocasión, Monterrey los eliminó en la serie de ida y vuelta que se cerró en Ciudad Universitaria. Ahora, enfrentarán a un viejo conocido. El Saprissa ya venció a los auriazules en una final de Concachampions, por lo que ir al Mundial de Clubes es la tarea pendiente de los auriazules.

En caso de que pienses ir a Costa Rica, los vuelos más baratos están en 5,400 pesos ida y vuelta, aunque deberás hacer una escala antes de llegar a tu destino. Los boletos para los partidos, los precios van desde los 5,000 soles hasta los 25,000. Lo que es un rango de precios en moneda mexicana que va desde los 160 hasta los 800 pesos. La cuestión del hospedaje ya dependería de los gustos de cada persona. Las opciones son pagar una noche de hotel o hasta rentar un Airbnb, lo que es más económico. Una noche de hotel en un recinto de tres estrellas, parte desde los 500 pesos mexicanos.

 

 

Por otro lado, las rentas de casas o departamentos en la entidad parte desde los 300 pesos y sin límite, ya qué hay viviendas de lujo que permiten a la gente descansar o vacacionar. Además, el país solicita un seguro médico que va desde los 160 hasta los 400 pesos por día. Mínimo, un aficionado deberá de gastar, hoy, alrededor de 6,800 pesos. Pumas se medirá al Saprissa este miércoles en el duelo de ida. Para ellos, es una deuda pendiente y una oportunidad inmejorable de saldar una deuda que tienen con su gente y su historia, por aquella ocasión en la que dejaron ir el título a manos del equipo morado.