Los jugadores y aficionados de Pumas no tuvieron mucho tiempo para descansar, pues ya están expectantes por lo que será el partido de este miércoles, en el que tendrá que recibir en el Estadio Olímpico Universitario al América. Aunque claramente esta es la prioridad del equipo, el duelo ante Toluca mostró un Pumas más maduro, que consiguió resolver su dilema defensivo.
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No hay dudas de que la fase regular de los Auriazules estuvo lejos de ser perfecta. Es que el equipo de Andrés Lillini terminó siendo uno de los clubes más goleados de la Liga MX debido a la debilidad que mostró en el área defensiva. Sin embargo, ante los Diablos Rojos se vio un cambio de cara y así llegó la victoria que los depositó en cuartos de final.
Con la presión en la salida y los anticipos de los zagueros, Pumas tuvo tramos del partido en los que disminuyó al mínimo las acciones de peligro de los dirigidos por Hernán Cristante. Esto no significa que no hayan habido fallas, pues el único gol llegó de una mano de Alan Mozo, que venía teniendo un buen partido hasta aquel momento.
Con el 2-1 en el marcador y más de media hora de partido por delante, los fantasmas volvían a aparecer, pero los jugadores universitarios no desesperaron y tomaron una decisión importante y muy sabia: defenderse con el balón. Aunque tuvieron chances de sobra para ampliar la ventaja, durante los últimos momentos del partido se la jugaron por un juego de posesión y, aunque no dominó en este apartado, supo cuando hacer buen uso de la tenencia de balón.
Con el balón en sus pies y con un Toluca desanimado consiguieron cerrar el partido y se clasificaron a la siguiente ronda de la Liguilla de la Liga MX, en donde ahora deberán enfrentar al América. Si vuelven a repetir lo hecho en el Nemesio Díez y son más precisos de cara a la portería rival, la clasificación a semifinal no debería ser complicada.
