Siete torneos sin nada y vapuleados en instancias finales. Este es el resultado, netamente deportivo, de la gestión de Rodrigo Ares de Parga como cabeza del Patronato de Pumas UNAM luego de juramentarse como presidente en el mes de mayo del 2016 en lugar de Jorge Borja Navarrete.

 

Durante su gestión, Pumas solo se pudo clasificar a La Fiesta Grande en tres de los seis torneos, quedando fuera de la Liguilla en todas por goleadas impensadas en la mejor época y que no representan a un equipo grande.

De las cuatro series de ida y vuelta que jugó en Liguilla con Ares de Parga como presidente, en tres cayó por goleada el equipo: en los cuartos de final del Torno Apertura 2016, Pumas cayó goleado frente a Tigres UANL con marcador de 7-2 y además la vapuleadas frente al América  6-2  dejando un resultado global de 7-2 en 2018.

En la actualidad, Pumas está en un escenario muy complicado y, aunque sigue en pelea por clasificar a la Liguilla, el equipo sigue sufriendo de más para llegar a este objetivo dado el bajo rendimiento individual de muchos jugadores y la suavidad de la directiva al momento de hablar de títulos y resultados.

"Pumas no estaba en el negocio de los campeonatos", dijo en 2017 Ares de Parga y, desde ahí, auguró lo que se ha vivido hasta ahora: una crisis de resultados nunca antes vista en una de las instituciones más grandes del país.