La guinda del pastel. Se acababa el partido pero José Rogério quiso sumarse a la fiesta. Si Arturo Ortiz y Juan Ignacio Dinenno -por partida doble- habían abierto la lata, el delantero brasileño se encargó de cerrarla.

Corrían los últimos compases de un encuentro en el que los locales se vieron acorralados por pocos instantes del segundo tiempo. Sin embargo, Dinenno sacó toda su casta y marcó dos tantos casi seguidos para el 3-1 que terminó con las esperanzas de los ticos.

Pero quedaba algo más, y allí apareció Rogério, quien venía desde el banquillo. Tras un gran centro rasante desde la banda, el carioca picó de vivo y se anticipó a sus defensores para pescar el balón y rematar esquinado. Cuarto tanto para Pumas que pasa a los cuartos de final con un global de 6-3.