Mucho tiempo ya ha pasado desde aquel año 2004, cuando Pumas UNAM tuvo una de sus épocas más gloriosas en el que consiguió convertirse en el único 'bicampeón' del futbol mexicano en la modalidad de torneos cortos al levantar el Torneo Clausura y Apertura 2004.

En aquella época, uno de los tantos futbolistas que marcaron a una generación fue el delantero boliviano Joaquín Botero, quien llegó al equipo en el año 2003 y que, tras mucho trabajo y un proceso de adaptación lento, logró ganarse un espacio en los corazones de los aficionados que vivieron esa época.

Sus dos primeros torneos no fueron muy buenos, anotando tan solo seis goles, pero dos de esos seis tantos fueron indispensables ya que fueron en los Cuartos de Final ante Atlas del Torneo Clausura 2004, goles que a la postre ayudarían a que Pumas llegara a la final y levantara el título de Liga.

El siguiente semestre fue el mejor de su periplo en el cuadro universitario, anotando siete goles, en 15 partidos de la Fase Regular y otros cuatro en Liguilla y, en gran parte gracias a esa contundencia, Pumas levantó nuevamente el título de Liga  y se convirtió en el primer bicampeón en la historia de torneos cortos.

Estuvo en Pumas tres torneos más, pero poco a poco fue cayendo en su nivel y en 2006 salió del futbol mexicano con un récord de 21 goles en 80 partidos para de ahí jugar en San Lorenzo (Argentina), Táchira (Venezuela) y Bolivar (Bolivia). Regresó a México en 2009 con Correcaminos y, tras un año muy bueno en ese equipo, se marchó al Al-Arabi SC de Kuwait. En 2011 regresó a su país para jugar con el San José y en 2014 perteneció al Sport Boys, que se convirtió en el último club de su carrera.

Tras un amplio currículum, Botero se retiró en 2015, año en el que aseguró que solamente quería dedicarle tiempo a su familia, promesa que ha cumplido hasta hoy ya a sus casi 42 años de edad.