Pumas terminó un meritorio Guard1anes 2020 después de caer en la final de vuelta ante el León 0-2. Con un global de 1-3, los felinos quedaron como subcampeones en un torneo en el cual pocos apostaban por los felinos, y que deja grandes esperanzas para el futuro de un equipo joven, talentoso y aguerrido.

En un choque marcado por un arbitraje polémico, en el que el juez principal perdonó una clara tarjeta roja a un defensor del León, los dirigidos por Andrés Lillini se vieron incapaces de remontar un gol temprano y las arremetidas de un rival que por momentos fue superior por largos tramos del encuentro.

El partido comenzó con un León avasallante. Los locales se hicieron con el control de la pelota desde el minuto 1’ y privaron a Pumas de asentarse en el partido a las primeras de cambio. Apenas al minuto 11’, y con cierta complicidad de un Alfredo Talavera sin ritmo, Emmanuel Gigliotti marcaba el primero para los Panzas Verdes y abría el marcador.

Tras la anotación, la presión de los locales siguió por varios minutos de la primera parte. Pasado los 20’ de la primera etapa, los auriazules se fueron acomodando en la cancha y empezaron a dominar con mayor autoridad el balón. Dinenno, tras un rebote, y después Carlos González, avisaron con sendos disparos al guardameta local.

Sorprendió que recién al minuto 37’ del encuentro, Andrés Lillini hiciera la primera sustitución del partido: Carlos Gutiérrez dejaba su sitio a Juan Manuel Iturbe. En la previa de este choque se habló de que el paraguayo no estaba al 100% para disputar la vuelta, pero la decisión del estratega argentino de apostar por el en los primeros 45’, contradice el mensaje que se envió desde el seno de los felinos.

El segundo tiempo inició con la misma tónica del primero: León dominando y con mucho peligro hacia la puerta defendida por Talavera. En los primeros cinco del complemento, los locales estuvieron a punto de marcar el segundo ante la pasividad de los felinos. Pasada esta ráfaga, el duelo se volvió más peleado y luchado que jugado.

A los 10’ minutos de la segunda mitad, todo se volvió confuso ante una jugada en el área de León. Un posible penal sobre Iturbe, derivó en un golpe en la cabeza sobre Johan Vásquez, que tuvo que ser sustituido tras quedar K.O. en mitad del área chica. Al minuto 61’ llegaría la polémica: el juez central del encuentro perdonó una roja clara de Andrés Mosquera tras una plancha sobre Alejandro Mayorga.

Tras el error, el silbante compensaría su falla al perdona una doble amarilla a Favio Álvarez tras un jalón de playera a su rival. El mediocampista argentino había ingresado por Vásquez que no se pudo recuperar del golpe que sufrió en la cabeza minutos atrás. Con mayor corazón que cabeza, Pumas apostó por sumar muchos efectivos en el área rival en busca del gol del empate que obligara al alargue.

Con una UNAM volcada al ataque, los espacios en la línea defensiva dejaban vulnerable el marco de Talavera, y fue en el minuto 82’, después de una recuperación de balón tras una mala salida de Pumas, Yairo Moreno encaraba, amagaba, y definía con frialdad para marcar el segundo del León y poner cifras definitivas al marcador.

Los minutos finales se dieron con unos universitarios aspirando al descuento y dejando sola la retaguardia. Sin embargo, el marcador no se movió mientras la frustración se hacía parte de la actitud de varios jugadores de la UNAM, que encontraron en el roce y el choque la mejor manera de hacer catarsis ante la derrota que se avecinaba.

Sonaron los tres pitazos finales y los universitarios se desplomaron sobre el césped del Nou Camp. Con 3-1 en el global, el León conquistó su octava estrella de la Liga MX después de un torneo sublime en donde ganó la ronda regular; Pumas por su parte, terminó un torneo en donde se impuso a todos los contratiempos que sufrió desde el primer día, y dejó una gran imagen que invita al optimismo para el futuro de un equipo joven y con mucho talento.