Luego de varios días de especulaciones, por fin se hizo oficial: Juan Pablo Vigón abandonó al Club Universidad Nacional para ser nuevo jugador de Tigres UANL, quien realizó una oferta irresistible para la directiva universitaria. De esta manera, el Auriazul pierde a una figura, a un líder y a un capitán. A continuación, lo recordaremos con su noche consagratoria con la playera de Pumas.

No es muy difícil adivinar de qué partido se trata. Luego de hacer un trabajo impecable durante la Fase Regular y en los Cuartos de Final en el torneo Guardianes 2020 de Liga MX, parecía que la ilusión de la UNAM había llegado a su fin. Es que en la Ida de la Semifinal, Cruz Azul no tuvo piedad y aplastó por 4-0 al conjunto dirigido tácticamente por Andrés Lillini en el estadio Azteca. Era el adiós al título.

 

Muy poca gente creía en una remontada, la cual no tenía precedentes. El Club Universidad Nacional, pese a no tener casi opciones de logar la hazaña, salió al campo de juego del Estadio Olímpico Universitario con más fe e ilusión que nunca. Gracias a los tantos de Juan Ignacio Dinenno (por duplicado) y Carlos González, el Auriazul se fue 3-0 al entretiempo y sembró dudas en La Máquina Cementera.

Todo Pumas celebra con locura el gol de Vigón (Imago 7)

Todo Pumas celebra con locura el gol de Vigón (Imago 7)

El equipo de Robert Siboldi jugó un segundo tiempo mucho más inteligente y le cerró los caminos a Pumas, que solo necesitaba un gol para clasificarse a la gran Final. Los minutos corrían y ese tanto no llegaba: daba la sensación de que la UNAM había remado y remado para morir en la orilla. Sin embargo, todavía faltaba una acción más y la misma iba a llegar de la mano de Juan Pablo Vigón, el capitán.

Corría el minuto 44 y el mediocampista de 29 años se encontraba dentro del área, esperando que le caiga un centro desde el cielo. Ya cansado y con un vendaje en su cabeza por un corte, el oriundo de Guadalajara jugaba como podía. E iba a tener premio. Tras un centro de Alan Mozo desde el sector derecho, la defensa celeste falló y el balón buscó el pie de Vigón.

 

 

Juan Pablo controló como los dioses y definió de gran manera ante la salida de Sebastián Jurado. Gracias a él, Pumas lograba lo imposible: remontar un 0-4 sobre la hora, ante un grande como Cruz Azul y para clasificar a una Final. El héroe impensado que llevó a la Universidad al partido decisivo, que más tarde perdería frente a un poderoso León. Sin dudas, su partido más importante en su paso por el club.