Sin muchas posibilidades presentadas en su país de origen, Carlos González, al percatarse que estaba perdiendo tiempo valioso de cara a potenciar su carrera como futbolista profesional, salió de Paraguay a una dedad más que temprana y se mudó a Chile en busca de más oportunidades en otro primer equipo.

Luego de ir afianzarse en la primera división de dicho país y defender las playeras de distintos elencos de allí (Santiago Wanderers, San Marcos de Arica y Huachipato), el artillero paraguayo aprovechó una oportunidad única a mediados del 2017, empacó sus maletas y se mudó a nada más ni nada menos que la Liga de México. Afrontando uno de los desafíos más importantes de su corta carrera hasta el momento, el oriundo de Villarrica pasó a defender los colores del Necaxa.

Respondiendo de forma más que positiva al reto que se impuso, González desplegó todos sus dotes y olfato goleador en el campo de juego. Al poco tiempo de llegar, el futbolista se convirtió en una de las principales cartas golearas y piezas importantes del primer equipo de Necaxa. Lógicamente, los equipos más fuertes de México no tardaron en posicionar sus ojos sobre los movimientos de Carlos.

Así, a un año de desembarcar en Los Rayos, Charlie decidió dar un nuevo salto de calidad y convertirse en nuevo jugador de Pumas UNAM a mitad del 2018. Pese a que su nivel desplegado en el cuadro de Universidad Nacional hasta el momento fue más que excepcional, González, además de tener la espina clavada de no haber podido jugar en su país de origen, también posee una cuenta pendiente en su lista un punto más que importante para cualquier jugador: tener regularidad y frecuencia en la Selección Nacional. 

Tal como se lee, por más que parezca difícil de entender, el artillero, a sus 27 años, no tuvo la posibilidad de defender los colores de la Selección de Paraguay con cierta frecuencia -por lo pronto, apenas contó con la chance destacada de medirse ante la Selección de México a principios del pasado 2019 en un encuentro de carácter amistoso-. Sin contar con mucha confianza por parte de los Cuerpos Técnicos que comandaron al elenco nacional de Paraguay en los últimos tiempos (mismo motivo que lo forzó a salir de allí en busca de más oportunidades en el exterior cuando comanzaba con su carrera), González recibió su decepción más fuerte el año pasado al quedar fuera de la nómina final para disputar la Copa América de Brasil.