Pumas sigue en su intento de encontrar un guardameta de garantías para el próximo Apertura 2020 y permea el mercado en busca de uno que cumpla con las tres “B”: Bueno-Bonito-Barato. Al descarte de Raúl Gudiño -no era barato-, se sumó el de Roberto Jiménez -no era tan bueno-, se suma ahora el de Marcelo Barovero, quien prefirió cumplir su sueño de jugar en Europa y fichó por el Burgos FC de la segunda división de la Liga Española.

El experimentado guardameta terminó su contrato con el Monterrey y buscaba una nueva aventura para la próxima campaña. Desde la UNAM se hizo el intento de hacerse con los servicios de Barovero, pero las altas pretensiones económicas, y el anhelo de jugar en el viejo continente, pesaron en la decisión del portero de 36 años que terminó su periplo en la Liga MX después de defender las playeras del Necaxa y Rayados.

El nacido en Córdoba (Argentina) reunía todos los requisitos que exigen desde Ciudad Universitaria para llegar al arco felino. Consagrado en el fútbol mexicano, y adaptado totalmente a la Liga, el jugador argentino era el preferido para hacerle sombra a Alfredo Saldívar. 

Poco efectivo. Días atrás se habló de contactos entre el equipo y el entorno del jugador, pero la alta ficha del cordobés chocaba con la disponibilidad presupuestaria de Pumas, que se ha visto reducida a números rojos a raíz de la pandemia del coronavirus que afectó con gravedad las arcas felinas.

Ahora, y con tres descartes para el arco en apenas mes y medio, la tarea de los universitarios de encontrar un guardavallas sigue su marcha mientras la plantilla y cuerpo técnico empiezan a avizorar la pretemporada para preparar el próximo torneo.