La victoria agónica y espectacular frente a Cruz Azul fue una nueva excepción dentro de una época olvidable en la rica historia de Pumas. Como si fuese una historia a replicar, el triunfo enseguida remitió al de las Semifinales del Guard1anes 2020, cuando necesitaba cuatro goles para calificar y lo consiguió de manera agónica.

El árbol, sin embargo, no debe tapar el bosque. Todavía no es momento de esbozar un análisis concreto pero, sin la justificación fácil que puede ser una hipotética eliminación a manos de Toluca en el repechaje, algo queda claro: la fase regular de Los Universitarios estuvo lejos de ser aceptable.

 

Los dirigidos por Andrés Lillini se vieron favorecidos por el cambio de formato que la Liga MX realizó hace algunas campañas y así consiguieron una vida más tras haber finalizado en la posición 11. De ahora en adelante deberá ganar todos sus encuentros y, si ingresa a la Fiesta Grande, tendrá todos los puntos en contra ante los mejores rivales.

Además de los malos resultados, que fueron salvados por el envión del final, en Los del Pedregal hubo falencias marcadas: en la enorme mayoría de los partidos, la escuadra tuvo muchas dificultades para construir jugadas de gol en el último tercio de la cancha y, encima, sus delanteros no tuvieron la eficacia deseada.

Favio Álvarez y Leonel López, encargados de hacer fluir el juego en el mediocampo de Los Universitarios, fueron muy irregulares y no asumieron sus responsabilidades de la mejor manera. Juan Ignacio Dinenno, por su parte, tampoco aportó la cuota de gol de otros campeonatos (solo hizo cinco tantos).

Los puntos altos

A pesar de la baja actuación de algunos intérpretes, también vale destacar el torneo de la defensa (la dupla central conformada por Nicolás Freire y Arturo Ortíz fue muy destacada) y la de Alfredo Talavera y Julio González, los dos porteros. ¡Ahora, a enfocarse de lleno en lo que sigue!