Tras la apurada salida de Míchel González de Pumas, mucho se especuló sobre los motivos que empujaron al entrenador de marcharse a pocos días del debut en el Torneo Guard1anes 2020. Motivos personales y dificultades para formar una plantilla aún más competitiva fueron los motivos de mayor peso.

Sin embargo, no tiene nada que reprochar en cuanto a temas personales con directivos o jugadores. "Siempre han respetado mi trabajo y me hicieron partícipe de las decisiones técnicas. Mi relación hasta el último minuto ha sido magnífica.  La directiva y yo teníamos los mismos pensamientos en cuanto a los jugadores que debieran formar parte de Pumas", dijo.

En una entrevista con Marca Claro descartó cualquier inconveniente. "El presidente Leopoldo Silva es una persona muy capaz y heredó una situación económica delicada. Está trabajando muy duro para estabilizar el club, pero esa transición no entiende de resultados que no estén acorde con la institución y quien primero sale perjudicado suele ser el técnico", añadió.

Tuvo grandes palabras hacia los jugadores. "Ellos siempre fueron disciplinados, competitivos y obedientes para aprender. La despedida fue muy emotiva e importante para mí, nunca tuve tanto reconocimiento público y personal como la que me hicieron saber a través de mensajes", manifestó.

Es por eso que Míchel se marcha más que satisfecho. "Ha sido una experiencia muy positiva. Me dejaron construir, me dieron valor y respeto. Cuando uno llega a un club como Pumas sabe de la exigencia y de la presión. Éramos mejor equipo en cada fecha que pasaba", indicó.