Una vez más, Pumas se midió ante un rival como el América, que en teoría es de mayor jerarquía y consiguió un resultado que, aunque no es malo, no es lo esperado. El 0-0 resulta engañoso, pues el equipo de Andrés Lillini hizo un buen trabajo, pero volvió a ser víctima de su falta de claridad frente a la portería rival. 

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Con el paso del Grita México Apertura 2021 se vio como el conjunto universitario poco a poco fue modificando algunas cosas para empezar a equilibrar un equipo que sufrió durante gran parte del campeonato. De hecho, recién en los últimos encuentros de la fase regular se pudieron apreciar bien dichas modificaciones.

Durante gran parte del torneo, el sector por el que más sufrió Pumas fue la defensa, particularmente por las bandas, algo que el mismo Lillini comentó en varias veces en distintas conferencias de prensa. Pero hay un mal del que no se habló tanto o, cuando se habló, quedó como tema secundario: la falta de efectividad.

Ayer por la noche quedó demostrado una vez más. En base a las estadísticas del sitio "Sofascore", ayer Pumas intentó 14 remates y solo cinco de ellos fueron hacia la portería que defendió de gran manera Guillermo Ochoa. La más clara de las ocasiones falladas llegó desde los pies de Favio Álvarez, que quedó mano a mano con el Memo y mandó el balón por un costado de la portería.

No es la primera que se habla de esta falta de precisión, pues en otras ocasiones en Dale Azul y Oro hemos marcado esto, pues en comparativa con los otros grandes había sido uno de los peores en este ámbito. Si algo queda claro es que, en el momento en el que el balón empiece a dirigirse dentro de los tres postes, los goles llegarán solos y la preocupación por cerrar partidos desaparecerá.