Carlos González llegó a Pumas como goleador del Necaxa. El delantero no defraudó en ningún momento y fue el único que cumplió en el Estadio Azteca en la caída 6-1 ante el América, anotando el 1-1 con un gran cabezazo. González siempre apareció cuando Universidad lo requirió. 

El paraguayo demostró su sacrificio en la cancha muchas veces conviviendo con la falta de asistencias y teniendo que retrasarse a recuperar el balón. Por arriba respondió con buen juego aéreo y entendió desde el primer día cual es la actitud que debe tener un jugador que se pone la playera de Universidad.

Además tiene el merito de ser su primera gran experiencia, ya que nunca en su carrera había jugado en un club llamado grande. González tiene goles para seguir en Pumas y hasta para que se fijen en él y partir a una liga más competitiva.