Después de la derrota de Pumas ante el Toluca en el Apertura 2021 de la Liga MX, Andrés Lillini compareció ante los medios de comunicación con un semblante más serio del habitual. El entrenador argentino se sabe en la cornisa después de una temporada en que el equipo no levanta cabeza y sigue rozando el fondo de la clasificación.

El estratega, de fácil elogio al jugador pero renuente a la crítica, sorprendió a todos en la rueda de prensa al lanzar un dardo que iba dirigida hacia su propio vestuario. "Hay jugadores que no han estado a la altura". Sus palabras cayeron como un balde de agua fría y sintetizaron el ambiente turbio que se vive dentro de la institución felina.

Días después de esas declaraciones desde varios medios informativos se intentó encontrar el objetivo de su frase. Entre los muchos que se abocaron a la tarea, el consenso de la mayoría resaltó la figura de Alan Mozo, quien ha sido noticia por sus imprecisiones y subidas de tono fuera y dentro del terreno más que por su actuaciones destacadas.

El propio Lillini ha querido zanjar el asunto y no se guardó palabra alguna para defender a su lateral, al que llamó como un hijo en proceso de educar. "Alan Mozo es el hijo más difícil que me tocó tener, tenemos que bajarle dos escalones a su ímpetu", mencionó el timonel argentino para los micrófonos de WDeportes.

Y es que tras el duelo ante los Diablos, que terminó con derrota 0-2 para el conjunto universitario, Mozo fue uno de los protagonistas al hacerse expulsar recién al minuto 14' de la primera parte por una falta a destiempo. No obstante, las recientes declaraciones de Lillini abren un panorama distinto y pareciera que todos los rumores que apuntaban a un quiebre entre la relación de ambos han quedado en letra muerta.