Pumas fue la grata sorpresa del torneo pasado cuando se metió -contra todo pronóstico- en la Fiesta Grande. El arreón final de los de Andrés Lillini significó una clasificación 'in extremis' que devolvió la esperanza a una afición que vio a su equipo deambular la mitad del torneo y coquetear con los últimos puestos de la tabla por gran parte del semestre.
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Entre las tantas razones que se explican para este 'lavado de cara' está la aportación de varios jugadores que subieron su nivel y cargaron en hombros el andar del equipo. Entre estos protagonistas destaca Erik Lira, el canterano que pasó a ser una realidad y que se "graduó" de manera definitiva este semestre.
Desde la Liga MX reconocieron el trabajo del canterano auriazul y lo escogieron como uno de los once integrantes del mejor equipo del torneo, logro que fue refrendado por su convocatoria con la selección de México para el amistoso que se disputó ante Chile y que ponía fin al calendario internacional del TRI en el 2021.
A pesar de que su cuota goleadora y de asistidor no se encuentran entre las más destacadas, lo cierto es que sus atributos sobre el césped pasan desapercibidos para el 'ojo' de la afición pero que son de vital importancia para el técnico argentino. Lira funge como aquel ente omnipresente en el campo que se encarga de hacer el "trabajo sucio".
Una de las estadísticas en las que se codeó con los mejores de la Liga fue en la de balones recuperados, en donde llegó a la friolera cifra de 62. Además, en duelos mano a mano con algún rival de turno también sacó pecho y se impuso en 15 choques individuales, por lo que el aporte de Lira será de suma importancia para Pumas en el Clausura si quiere contar con alguna oportunidad de trascender en el campeonato.
