Durante los últimos días, Pumas no tuvo los mejores resultados y, aunque se esperaba que pudieran torcer el camino de las últimas semanas en el Azteca, con dos jugadas a balón parado, Cruz Azul se llevó los tres puntos de un duelo importantísimo.
La derrota ante New England Revolution dejó muy malas sensaciones y preocupación entre los aficionados universitarios, que esperaban ver un mejor desempeño de los dirigidos por Andrés Lillini, que decidió cambiar el esquema que utilizó ante los estadounidenses y optó por algo más ofensivo.
Durante los primeros minutos del partido, ambos equipos se midieron sin grandes éxitos, pues no lograban hacer daño en la portería rival. De hecho, aunque las chances más claras habían estado en los pies de Juan Dinenno, que forzó a que José de Jesús Corona tuviera su primera gran atajada, el primer gol del encuentro llegó desde la cabeza de Luis Abram, que con ayuda de un desvío venció a un Alfredo Talavera que había tenido un buen primer tiempo.
Sin embargo, Pumas tardó menos de un minuto en responder y, luego de una serie de toques entre los jugadores universitarios, Favio Álvarez quedó cara a cara con Corona y empató el encuentro. El primer tiempo terminó con el empate y, en la segunda mitad, ninguno de los dos parecía poder sacarse distancia hasta el minuto 70.
La Máquina aprovechó un tiro de esquina para lastimar y, gracias a un preciso centro de Uriel Antuna, Juan Escobar voló en el área de Talavera para hacer una volea que quedará para siempre en su memoria y marcó el 2-1 que se convertiría en final y que amargó una vez más a los universitarios.
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