Pumas ha sabido sufrir y manejar la sensación de que un partido se te escapa de las manos en al menos tres encuentros: Ante América, ante Cruz Azul y ante Chvias de Guadalajara.

En estos partidos, que agregado son los considerados “de la muerte” por la historia que acumulan los cuatro equipos, han habido al menos dos similitudes que valen la pena resaltar: el equipo tuvo que venir de atrás y empatar el compromiso en los minutos finales.

Recordemos el partido frente al América: Un partido en el que estuvimos en superioridad numérica desde el minuto 17 pero que Pumas no supo aprovechar y fue golpeado por el conjutno azulcrema al 78′. Ese fue el detonante del equipo para salir a ganarlo y por ello Bryan Mendoza se hizo figura al marcar al minuto 80 del compromiso.

Ante Cruz Azul también ocurrió algo muy parecido: pese a que este partido sí estuvo 11 contra 11 los 90 minutos, Cruz Azul pegó primero en el arranque del segundo tiempo y no fue sino a falta de tres munutos para que se cumpliera el tiempo reglamentario que Juan Manuel Iturbe, en una jugada que él mismo admitió no fue planificada, anotó un golazo para empatar las acciones y salvar un agónico punto en C.U.

Ahora, en otro de esos partidos importantes en la Liga, Pumas volvió a sufrir ante eunas golpeadas Chvias de Guadalajara que pegaron en la primera parte con gol de penal de Alan Pulido pero que, tras quedarse con uno menos en el terreno, Pumas supo remontar con un verdadero golazo de cabeza al minuto 91 del complemento y así salvar otro punto más en el campeonato.

Estos partidos empatados en los últimos minutos hacen que Pumas siga con vida en el torneo y acumule seis partidos entre Liga MX y Copa MX sin conocer la derrota (tres empates y tres victorias), algo que aunque no genera comodidad en el equipo ni en la tabla, nos mantiene en pelea por entrar a la Liguilla.