En un partido en el que no pasaba mucho por las deficiencias de ambos equipos, un error del portero terminó en gol a favor de los felinos. Pese a que instantes antes se volvió en factor a favor de su equipo, rápidamente se convirtió en villano por despejar de forma equivocada con los pies un balón que le quedó a Diogo de Oliveira, quien sólo la tuvo que empujar.
Diogo fue el hombre sacrificado pro Andrés Lillini y quien se tuvo que mover con el ingreso de Juan Dinenno. Pese a ubicarse en la banda, estuvo en el momento adecuado dentro del área para aprovechar el error del portero rival y adelantare a su equipo en una cancha complicada.
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