Pumas UNAM ha tenido grandes futbolistas a lo largo de su historia que hacen llenar a los aficionados el pecho de orgullo. Jugadores que incluso fueron parte de los momentos más consagrados de la institución Auriazul.
Pero hay otros casos en los que no se puede mencionar lo mismo, aunque existe uno en particular y bastante reciente, que superó todos los ejemplos, no solo por lo que fue dentro de la cancha, sino también, por las formas de la negociación que encabezó la directiva del ClubUniversidad Nacional por aquel entonces.
Se trata de Paulo Marcel Pereira, más conocido como Roma. El apodo, correspondía a su supuesto parecido físico a Romário y hasta se jugaba con que en sus condiciones también era bastante similar.
Dentro de su recorrido previo a la llegada a Pumas, resaltaba haber estado 4 años en Flamengo, en los que apenas disputó 29 partidos en los que marcó 3 goles; Al-Nasr de Omán; Jeonbuk Hyundai, club de Corea del Sur; Lokeren de la primera de Bélgica, entre otros.
Pero lo extremadamente particular, fue el motivo por el que llegó a Pumas, producto de las urgencias por reforzar un equipo que iba a ser partícipe de la Copa Libertadores de América del año 2006.
Casi en tiempo récord, antes de nombrar a un Presidente del patronato, Octavio Rivero Serrano, Gilberto Borja Navarrete y José Narro Robles, autoridades del Universitario, se dejaron influenciar por un video que llegó del futbolista (el cual tiempo después se supo que encima estaba editado) y, sin pensarlo, cerraron la incorporación de Roma para el certamen continental.
La condición, en principio, era bajo un préstamo a cambio de 200 mil dólares. El tema fue que, rápidamente, Miguel España, entrenador de Pumas por ese entonces, se dio cuenta de que Roma era cuanto mínimo lento, con una clara falta de ritmo futbolístico y con desorientación táctica. El máximo contraste a lo veloz de su fichaje.
Enseguida, sus compañeros también se dieron cuenta de sus falencias técnicas y las cargadas no tardaron en llegar, por lo que a falta de juego, Roma tampoco contaba con un buen ambiente.
Apenas llegó a jugar 4 partidos en una Copa Libertadores en la que Pumas de seis jugados, solo empató uno y perdió los cinco, quedando claramente eliminado en la fase de grupos, entre otros motivos, por la inaudita contratación de Paulo Marcel Pereira.