Devastado. Así se le vio a Míchel González en la conferencia de prensa luego de la derrota con marcador de tres goles por cero ante Querétaro como visitante que nos deja “en terapia intensiva” para lo que queda de mes.

Pese al mal trago que tiene que pasar el equipo, el entrenador español afirmó que su plantel tiene que tener la cabeza fría y encarar lo que viene con la mayor responsabilidad y ganas de remontar esta situación.

“Es algo inesperado para nosotros porque estábamos convencidos de que íbamos a estar mejor. Tenemos los puntos que tenemos, tenemos que afrontarlo y tenemos que aceptarlo”. Aseguró el DT.

Recordó que este martes toca Atlas y que ese partido es, ahora sí, de vida o muerte para el equipo y que con una victoria podrían seguir en camino al menos hasta el final de la ronda regular.

“No podemos quedarnos con el partido anterior ya que el próximo martes toca Atlas y no podemos permitirnos tener una mala noche”, sentenció.