Algunos afirman que "un buen ataque gana batallas, pero una buena defensa gana la guerra" y Míchel González es fiel defensor de esa ideología. Claro, aplicado netamente a la práctica del futbol.

El entrenador de Pumas UNAM lo ha dicho en reiteradas oportunidades: él quiere un equipo sólido en defensa para así, desde atrás, poder empujar al equipo para ganar los partidos y sacar los puntos necesarios para que, paso a paso, se acerque más a levantar un nuevo título de Liga.

Pero es algo que esté poniendo en práctica actualmente. Desde sus inicios como entrenador ha priorizado la defensa sobre el ataque y así es como en la temporada 2012-2013 hizo campeón a Olympiakos de Grecia en su liga, aunque en ese torneo dirigió solamente 10 partidos de ese torneo.

Al año siguiente, el conjunto rojiblanco alzó el bicampeonato, nuevamente con el español como DT, con 86 puntos, producto de 28 victorias, 2 empates y 4 derrotas; y uno de los datos más relevantes es que el equipo cerró ese campeonato con una diferencia de goles de +69 con 88 goles a favor y tan solo 19 en contra.

En el Getafe, sus número fueron muy similares en el año 2010 con 58 goles a favor y 43 en contra para una diferencia de goles de +13.

Posteriormente, en la temporada 2011-2012 con Sevilla tuvo 26 goles a favor y 23 en contra para una diferencia de +3.

Lo mismo aplicó con Olympique de Marsella (44 GF 38 GC +6 DIF en la 2015-16) y al Málaga (17 GF 12 GC y +5 DIF en la 2016-17).  

Esta ideología, que le dio títulos en Europa y buenos resultados en ligas importantes del viejo continente, lo trajo en esta oportunidad a México y, hasta ahora, ha cumplido con los estándares al estar en posiciones clasificatorias a Liguilla y dependiendo de sí mismo para clasificar.