Jaime Lozano es uno de esos jugadores que siempre se vio comprometido con la playera de Pumas UNAM y dejó grandes recuerdos en los aficionados de la institución. Pero para el jugador hay momentos únicos en los que no podía imaginar que algo que hiciera en el terreno de juego tuviera tanta repercusión.

"Una cosa muy linda que me llegó a pasar en alguna ocasión, en el 2003 o 2004, teníamos que ganarle a Pachuca en CU e íbamos perdiendo creo que 2-0 o 3-0 y al final hice un gol, el 2-1, y era un gol que para uno no tenía mucho sentido porque sabíamos que teníamos que ganar, ni siquiera el empate nos daba para aspirar a clasificar", contó a Espn.

"A las pocas semanas yo iba saliendo de la cantera y se acercó una familia muy humilde, la señora, el esposo y dos hijos chiquitos y me entregan un diploma con mi nombre y firmado por ellos. Entonces me preguntan '¿usted es Jaime Lozano?', y les dije 'sí, yo soy Jaime Lozano'’, entonces me entregan el diploma y yo les dije 'muchas gracias', entonces ella me dice 'sí, soy la señora tal, somos la familia tal y este es un agradecimiento porque usted me salvó la vida'", añadió.

La reacción de Jimmy fue de total incredulidad ante lo inesperado de la situación tras la salida de un entrenamiento con Universidad Nacional.. "Yo le dije, '¿cómo que yo le salvé la vida?', y ella me dijo 'sí, por el gol que usted le hizo al Pachuca me donaron un riñón y hoy puedo contarla'", afirmó.

"En ese momento no te cambias por nadie, te das cuenta cómo el futbol es tan grato y al final te da tantas alegrías y tú le puedes llenar de alegría la vida a tanta gente. Y muchas veces no nos damos cuenta de eso, cuando estamos ahí lo único que pensamos, porque es parte del jugador y parte de ese amor propio y ese egoísmo, esa autoestima que también tenemos cuando jugamos que queremos ser los mejores y si no lo logramos es culpa de todos menos de uno", reflexionó el histórico de Pumas.