Los aficionados de Pumas viven el Clásico Capitalino como lo que es: un partido de mucha relevancia y con muchísima carga histórica. Y aunque a veces le ha tocado perder y a veces le ha tocado ganar, nada mejor que conseguir salir campeón en la cara del rival de toda la vida, algo que Miguel Mejía Barón pudo hacer.
Para volver a revivir aquel épico momento hay que remontarse al primer semestre de 1991. Después de haber finalizado como superlíderes de la fase regular, golear a Deportivo Morelia por 6-1 en el global y 3-0 aPuebla, los dirigidos por Mejía Barón llegaron a la final de la Liguilla con la ilusión de poder consagrarse campeones.
Del otro lado, un América que hizo una buena Liguilla y consiguió llegar hasta la final para enfrentar a su rival de toda la vida. Y, en la ida, dejaron en claro que querían llevarse el título. En el Estadio Azteca, las Águilas se impusieron 3-2 en lo que fue un partido lleno de emociones con goles deLuis García yDavid Patiño para la visita.
En CU, y con todos los universitarios a su favor, el Tuca Ferretti convirtió un golazo de tiro libre, que hasta es recordado como “el Tucazo” y con ese tanto le dio el título de campeón a sus queridísimos Pumas, que luego tendrían que volver a esperar algunos años para volver a campeonar en el ámbito local.
Con el Clásico Capitalino tan cerca, y con Miguel Mejía Barón en las filas de Pumas, es normal ilusionarse con conseguir volver a dominar a las Águilas, que no está pasando su mejor momento en el Clausura 2022. ¿Habrá sorpresa en el Clásico entre los auriazules y los azulcrema?
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