El nombre de Andrés Lillini tomó fuerza en la opinión pública en los últimos días porque el argentino logró otra remontada con los Pumas, luego de dejar en el camino al New England Revolution en tanda de penaltis, luego de ganar en el tiempo regular por tres goles de diferencia. Sin embargo, el argentino no tiene garantizada su continuidad ya que su contrato vence en diciembre del próximo año y aún no existe un acercamiento con la directiva.
El mayor problema no pasa por ahí, sino que el estratega podrá ser libre de hablar y arreglar con cualquier equipo a partir de que finalice el torneo actual. Incluso, podría no continuar en el banquillo ya que su cláusula de recisión es una de las más bajas del balompié nacional. Ante la fama que tomó por hacer mucho con un plantel que es de los que tiene menos presupuesto, ya levantó interés en más de un equipo de la Liga MX.
Pasa lo mismo con los entrenadores que con los jugadores. A falta de seis meses de que finalice su contrato, si no existe una renovación o no se encuentran en pláticas para llegar a ese objetivo, el protagonista podrá hablar y arreglarse con el equipo que lo busque. Dicha libertad es la que pone en nervio a más de uno dentro de la afición universitaria, la cual, en su mayoría, desea la continuidad del argentino.
Varios que renovar
La directiva del Club Universidad no sólo tiene al técnico en la lista de pendientes, sino que el tema de Alfredo Talavera y de Sebastián Saucedo también lo deben resolver a la brevedad, ya que ellos no sólo pueden platicar con otros equipos, sino que pueden quedar libres al finalizar el torneo actual.
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