Este torneo ha dejado muchos datos negativos para Pumas UNAM y uno de los que más ha preocupado a lo largo de este trimestre es la dificultad que tiene para poder anotar goles en este Torneo Apertura 2019.
Al mismo tiempo hay un factor que es realmente alarmante del equipo y que el cuerpo técnico liderado por el español Míchel González no ha podido corregir: el psicológico.
Ambas tendencias van de la mano, ya que entre no poder anotar y no saber como recuperarse de un golpe del rival hacen una mezcla catastrófica para un Pumas UNAMque se ha visto mermado cada vez que le toca remontar un partido.
Ocho han sido las oportunidades de hacerlo y en ninguna ha podido llevarse los tres puntos con un saldo de cinco derrotas y dos empates en partidos en los que el rival haya anotado primero.
Los empates fueron en los clásicos ante América y Cruz Azul; ambos terminaron 1-1 con goles agónicos en los minutos finales en el que más pudo la garra y el desespero que la sapiencia y el buen futbol.
Las otras cinco derrotas fueron ante Tigres, Tijuana (1-0), Monarcas, Monterrey (2-0) y el último partido frente a Querétaro (3-0), números que demuestran la fragilidad psicológica de un quipo que no puede hacer frente a su rival si se ve por debajo en el marcador.