El Club Universidad Nacional ha tenido grandísimos futbolistas a lo largo de su historia que se convirtieron en ídolos, referentes o simplemente personalidades queridas por la afición. Sin embargo, hay quienes no lograron trascender con la playera auriazul y se tuvieron que marchar por la puerta de atrás. Hay muchos casos, pero aquí recordaremos el de Robin Ramírez.

Con solo 23 años y un enorme potencial, el delantero paraguayo fue fichado por Pumas UNAM en enero de 2013 a cambio de 900 mil dólares luego de mostrar un nivel superlativo en Deportes Tolima a lo largo del 2012. Allí obtuvo la distinción por ser el goleador del torneo Finalización del futbol colombiano. Además, marcó 20 goles en los 41 partidos que disputó con los colores Vinotinto y Oro.

Por ese motivo, arribó al Auriazul como un fichaje de jerarquía y con el claro objetivo de llevar al equipo a los primeros puestos del futbol mexicano. Luego de los campeonatos de 2009 y 2011, Pumas se encontraba en un plan de reestructuración del plantel y Robin Ramírez prometía dejar en el olvido a su compatriota Dante López y a Juan Cacho.

Sin embargo, esto estuvo lejos de suceder: el guaraní dejó que desear en su paso por Ciudad Universitaria y sólo anotó 4 goles en 34 partidos jugados. Marcó 1 tanto cada 405 minutos disputados con la playera de Pumas UNAM, algo totalmente inaceptable para un delantero titular de la institución.

De ser una "joya" a considerarse un "jugador desechable" en tan solo unos meses. La directiva lo cedió a préstamo en enero de 2014 a Deportivo Cali, con la intención de que recupere el nivel que tuvo en 2012. Nuevamente, Ramírez decepcionó a los mandamases de la Universidad y no volvió a tener oportunidades en el club. De ahí en más, Robin Ramírez vistió la playera de distintos equipos pero dejó evidenciado que sólo se trató de una promesa incumplida, como tantas en el futbol.