Desde que Darío Verón se fue de Pumas, la afición no encuentra una figura similar a la que pueda llamar “ídolo”, “referente” o “leyenda”. Hubo algunos que se quedaron en el camino, pero salieron sin pena ni gloria del club cuando se esperaba un poco más de ellos. Ahora, el exdefensor paraguayo cumplió un año más de vida y llegó a los 43, aunque un posible regreso a los felinos no se visualiza cerca.
Desde temprano, muchas páginas de fans, además de algunos medios partidarios, compartieron mensajes de apoyo y agradecimiento, además de los buenos deseos, hacia el exjugador felino. Él, quien salió en los tiempos de Rodrigo Ares de Parga y de Juan Francisco Palencia, se mantiene lejos de la institución. Incluso, cuando vino hace algunos meses, sí visitó las instalaciones del equipo para reunirse con los amigos que conserva a la distancia.
Aquella ocasión, Verón se sumó algunos minutos con la Rebel en el Pebetero. Dicho gesto fue aplaudido por los aficionados que se suelen congregar en ese sector. Por lo mismo de que jamás fue adepto a las cámaras y los medios de comunicación, no hubo declaraciones en las que se pudiera expresar su sentir, pensar y sus planes a futuro. Con los felinos ganó cuatro títulos oficiales, llegó a los 523 partidos oficiales y anotó en 24 ocasiones.
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