La crisis desatada tras la renuncia inesperada de Míchel González al banco de Pumas provocó que periodistas como Álvaro Morales o Jesús Barrón dudaran de la grandeza del conjunto Universitario. En su columna, Récord respondió esas opiniones y remarcó que el club felino no puede dejar de ser grande a pesar de las dificultades. 

Carlos Ponce de León, el director del diario, tituló su editorial como "Pumas no puede dejar de ser grande" y apuntó al americanismo como el incitador de los cuestionamientos. "El chiste es que debido a la ausencia de protagonismo de los felinos en los últimos torneos y el desastre que priva en lo administrativo, con la mano en la cintura se ha puesto a juicio la grandeza del equipo de la UNAM", explicó. 

El analista destacó que el conjunto Auriazul es grande por su historia, sus títulos y la cantidad de afición que tiene. Sin embargo, aclaró que ese lugar de privilegio no es eterno. Si se pierden alguno de esos tres aspectos fundamentales, se le suma la falta de exigencia y no se tilden de fracasos las malas campañas "en ese momento le arrancamos la etiqueta"

En ese punto radica la grandeza Universitaria: los fanáticos piden pelear títulos y ser campeón. Aunque reconoció que la directiva busca "que no se hunda el barco, que sólo se trata de sobrevivir en una Liga que tiene a más de la mitad de sus equipos como favoritos antes que al Club Universidad, apuntado ahora a ser la decepción del torneo".

Finalmente, pidió a los altos mandos de Pumas que levanten sus exigencias a pesar de que las circunstancias no son las mejores para no dejar caer a la institución. "Lo necesitamos. El futbol mexicano lo necesita. El Club Universidad no puede dejar de ser grande", concluyó.