A lo largo de sus 57 años de historia, el Clásico Capitalino entre el Club Universidad Nacional y América es un partido especial para ambas instituciones, lo que le hace un juego de dientes apretados y que siempre, en las últimas tres décadas, ha tenido goles de por medio.

Sin embargo, para el entrenador auriazul, el español Míchel González, este encuentro no lo debiesen tomar los jugadores con un tinte distinto al de los otros encuentros, de lo contrario, la evolución en el trabajo que ha tenido durante su etapa, se irá al suelo.

"Haciendo un buen trabajo le vamos a dar una alegría a mucha gente y por eso digo que no es un partido más, pero no podemos tomarlo como algo muy, muy especial porque entonces nos despistamos de nuestro trabajo", aseguró el estratega.