El futbolista español explicó que, si bien buscaba un destino que lo favoreciera en lo personal, no puso el aspecto económico por encima del deportivo. Y aseguró que Palencia trajo consigo muchos conceptos aprendidos en Europa.
La trayectoria como profesional de Abraham González tenía un sólo país: España. Pasó por Terrasa, Barcelona (A y B), Cádiz, Gimnástic, Ponferradina, Alcorcón y Espanyol hasta que, a mediados de este año, decidió cruzar el Océano Atlántico.
Pero el mediocampista de 31 años asegura que no fue por dinero: “Está claro que como cualquier trabajador, buscas lo mejor para ti, para tu familia y para tu futuro, pero no lo es ese aspecto. Yo primero miraba lo futbolístico y la experiencia personal de conocer este país y jugar aquí”.
“Hoy en día el mundo se ha globalizado y yo creo que es bueno para un país que venga gente de fuera, que vengan a competir y que todo el mundo conozca este futbol, que vean que la Liga Mexicana es muy potente”, añadió.
Por otra parte, elogió a Francisco Palencia: “Se ha traído muchas cosas de España. Los movimientos que nos quiere transmitir, la salida del balón, son cosas que tienen mucho de allá y el equipo lo está agarrando rápido”.