Alan Mozo es una de las grandes relevaciones de Pumas en el torneo y también de los jugadores sub 21 más interesante que ofrece el Apertura MX 2018, pero para el defensor no fue fácil llegar a Universidad, ya que dos veces le cerraron la puerta.

"Juego futbol desde los 4 años, pues siempre me gustó jugar, mis papás me lo inculcaron desde que estaba chiquito y me vine a probar varias veces. La primera fue cuando tenía 14 años, me dijeron que no, me volvieron a decir que no y fue a los 16 que Miguel Salas me registró", dijo a Marca Claro. 

Además destacó su voluntad y espíritu de lucha dentro del campo de juego, características que le han servido para hacerse inamovible en el esquema de David Patiño: "Me considero un guerrero dentro de la cancha. Peleo todas las pelotas como si fuera la última"