Lo que pudo ser una semana de ensueño para Pumas finalizó como una de las peores en los últimos años. Cayeron sin poder competir en la final de la Liga de Campeones de la Concacaf y fueron goleados por Chivas en el duelo por el repechaje de la Liga MX. Por lo mismo, Andrés Lillini, estratega del equipo, se sinceró ante los medios de comunicación y dejó claro que vivió sus peores días en cuanto a lo deportivo, además de que no garantizó su continuidad.
"Lo que va a pasar, no lo sé. Es una cuestión que Mejía Barón o Leopoldo Silva podrían contestar. Tuve la peor semana deportiva de mi vida. Es difícil asimilar dos derrotas tan fuertes sin cumplir los objetivos. Seguro que en el interior queda el camino recorrido, donde hicimos todo lo posible para lograrlo; algunos mejor o peor. El equipo no dejó de empujar hacia adelante", dijo.
En ese mismo sentido, el estratega argentino tuvo mucha autocrítica y señaló que le sabe mal buscar excusas o poner pretextos ante la falta de éxito en los objetivos que se trazaron. Por lo mismo, hizo énfasis en que no sabe si continuará o la directiva tendrá una visión distinta para la siguiente temporada.
En duda
"No podemos depender de la situación de lesiones. A mí me cuesta mucho y atento contra mí al buscar excusas. No nos funcionó lo que veníamos haciendo. Hay factores que influyeron en esto, pero nos quedamos afuera de un repechaje y le habíamos creado ilusión a la afición. Hoy yo siento verguenza deportiva. Cuando uno no cumple lo que dice, es aglo que me incomoda. No puedo dar un discurso para salvarme. Ahora vendrán las decisiones", comentó.
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